CARTA DESPUÉS DE LAS VACACIONES

Siempre después de las vacaciones pido a mis alumnos que hagan textos donde me  cuenten sus experiencias vividas en el tiempo de descanso.Lo hago por escrito, porque si fuera por todos, nos pasaríamos la clase hablando.
El sentido de este ejercicio viene porque tengo muy claro que escriben peor que hablan.
 Cuando pido algún texto libre, la mayoría de las veces se limitan a hacer redacciones o diarios, por eso en esta ocasión pedí que me escribiesen UNA CARTA desde una situación ficticia.

He empezado a corregirlas y solo dos  respetaban unos mínimos de corrección.No quiere decir que no me interesen vuestros temas y lo que habéis hecho en vacaciones, pero como soy vuestra profe de LENGUA me interesa mucho más vuestra manera de expresaros.
Me preocupa un poco que después de tanto "machacar" las tipologías textuales y la corrección en textos escritos no realicéis textos adecuados a vuestra edad, inteligencia y conocimientos.

Por este motivo TODOS debéis repetir la actividad propuesta RESPETANDO la expresión, la ortografía y las partes que exige este tipo de texto.

 En este magnífico enlace podéis repasar

http://www.edu365.cat/eso/muds/castella/email/imatges/email_a.swf

Carta de  Vicente Aleixandre a Dámaso Alonso  "Correspondencia a la Generación del 27", Edición de Irma Emiliozzi. Castalia. Madrid, 2001.

                                                            Madrid, 11 de marzo de 1934

 Querido Dámaso:

 Ha muerto mi madre, Dámaso. Murió hace tres días, el 8, a las cuatro horas de acabarse la operación, de la manera más inesperada. Le habían extraído un cálculo mayor que una avellana, y todo parecía ir bien. Pero su pobre corazón cansado, su cuerpo intoxicado por tantos días de enfermedad no pudieron resistir, no consiguieron vencer la anestesia, y sobrevino la muerte sin que recuperara el conocimiento.

(...) No te quiero decir nada de mí. de lo que yo siento que me falta, de esta sensación casi física de mutilación no te puedo hablar. Yo no sé cómo son las madres. Yo sé cómo era la mía, y sé que la generosidad y el amor suyo no eran como otros. No, Dámaso, no. Tú no sabes cómo era mi madre. No he conocido nada, nada comparable en cuanto a renunciación de sí misma. 

(.....) No sigo, Dámaso. Adiós, adiós. Yo sé que tú la estimabas ¿verdad?

 Adiós, te abrazo mucho

Vicente.