Siempre después de las vacaciones pido a mis alumnos que hagan textos donde me cuenten sus experiencias vividas en el tiempo de descanso.Lo hago por escrito, porque si fuera por todos, nos pasaríamos la clase hablando.
El sentido de este ejercicio viene porque tengo muy claro que escriben peor que hablan.
Cuando pido algún texto libre, la mayoría de las veces se limitan a hacer redacciones o diarios, por eso en esta ocasión pedí que me escribiesen
UNA CARTA desde una situación ficticia.